NOS ENSEÑARON A CALLAR….

En nuestra cultura latina, desde niños se nos enseñó a callar.

Nos enseñaron a callar, cuando un adulto habla porque “el adulto tiene razón…”

Nos enseñaron a callar el maltrato de los padres a los hijos, para que no se entere la familia…

Nos enseñaron a callar, el acoso sexual creado por primos, tíos, parientes, para no causar escándalos familiares….

Nos enseñaron a callar el maltrato escolar, profesores/as que golpean y agreden psicológicamente…. Y esto queda en el silencio del corazón de un niño/a…

Nos enseñaron a callarnos el abuso sexual vivido en el colegio por parte de tus compañeros para evitar el que dirá, y si eres mujer, te callas el abuso sexual cometido por tus compañeras porque te sientes confundida y te enseñaron a no escandalizar….

El colegio te enseña a callar… para guardar su prestigio….

Y así, creces callando tantas cosas, creyendo que el callar es una muestra de respeto…

Entonces te callas  abusos de poder laboral, pues quien tiene más alto rango, o es más popular, aunque no sea profesional, si es fuerte te hará quedar mal y por miedo prefieres callar.

Nos enseñaron a callar el acoso laboral, el amiguismo, y la mediocridad de tu jefe pues te  amenazan con botarte si hablas.

Nos enseñaron a callar el maltrato de la pareja para evitar los comentarios familiares. Maltratos que se viven en silencio ya sean agresiones físicas, o psicológicas, y el silencio va causando conformismo en la mujer quien aprendió a normalizar la situación.

En nuestra cultura, nos enseñaron a brillar poquito a poco, para no hacer sentir mal con tu presencia a los mediocres.

Y es verdad, con el tiempo aprendes, que hay circunstancias en las que la mejor forma de actuar es ser prudente,  pero las injusticias jamás deberían quedar en el silencio, y menos cuando vemos que se vulneran nuestros derechos o los derechos de alguien más.

SI !!!… tantas cosas que calla la gente porque le enseñaron…. y escuchamos a diario sobre tantas enfermedades, físicas y mentales, nos aterramos y no comprendemos que callar tanto,guardar tanta dureza, resentimiento, ira, dolor y todo aquello que se calló, se acumula en el cuerpo creando enfermedad.

Si a tì te enseñaron a callar.. Es tu turno de enseña a tus hijos, hijas, alumnos, alumnas, a hablar y conversar, a expresar sus sentimientos, a anunciar sus logros, y a denunciar  las injusticias que pueda estar viviendo para poder brindarle la ayuda que requiere en el momento preciso.

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