EL DESPERTAR DEL CUENTO DE HADAS
Tu corazón está herido, niña bonita, pero las heridas también enseñan, también sanan. Dale tiempo al tiempo, déjate llorar, porque las lágrimas limpian, alivian, transforman. Eras la niña consentida, el tesoro de papá, la flor más bella de aquel jardín. Pero hoy te sientes como una flor en el bosque, solitaria, perdida, con tus pétalos…